Celebraré este día, lo apreciaré cuando de verdad entienda el significado del amor. Creí amar, creí querer pero cuando lo haces de verdad no odias, no te desquicias, no te enfadas… ¿o sí? Si.

 Diría un te quiero a esa persona pero… ¿sería real? Quiero decir, todo este tiempo escondido en mi cabeza, todo este tiempo en que uno trata de engañar a todos… ¿será importante si queremos esconderlo?

Unos dicen que sí, que lo realmente importante lo guardamos como un tesoro del que queremos ser únicos poseedores, otros creen que, al contrario, lo que realmente te importa, lo que te inunda, ese calor, ese nerviosismo al mirar a los ojos de la otra persona… te crea la imperiosa necesidad de gritarlo a los cuatro vientos, celebrarlo y apreciarlo.

 No se necesita ninguna excusa para amar pero cualquiera sería buena… no esconderse, no guardarse entre cuatro paredes y dentro de ellas en esos dos brazos… porque en el amor como en la verdadera amistad se necesita contacto, una caricia, un abrazo, un beso… y quien diga que la distancia es fácil, llevable, posible… le diré que, amigo mío, no es verdad… La distancia aunque sea cercana mata toda clase de relaciones, antes o después…

Un bebé si no recibe contacto de ningún tipo, si se da el caso de que no reciba ningún tipo de amor… muere… ¿Lo sabes?

 Porque supongo que nosotros no somos diferentes, cuando ese sentimiento de soledad nos inunda, cuando pedimos socorro… sentimos que algo que nos escapa… ¿qué sera? ¿Una parte de nosotros?... Quizás… Pero en el fondo, llegan unos brazos amigos, te dan un abrazo y hacen que recuperes un trocito de ella, o crea una parte nueva…

Lo gracioso es que no necesito nada, no necesito cosas materiales, solo una presencia… lo demás carece de importancia si esa persona, ese amor (del que aún dudo) está a tu lado,  acariciándote sin darse cuenta como dos imanes que se atraen sin poder remediarlo. Pero si te soy totalmente sincera lo que más me sorprenden de esos momentos o de aquellos que puedan parecerse, es lo grabados que se quedan en la memoria, ni un fuego intenso en la piel conseguiría el mismo resultado, porque cualquier olor parecido te transporta a otro lugar, a ese en que aquel beso te hizo palpitar el corazón más rápido, a aquel amor (si se puede llamar así aunque, si alguien como yo, tiene duda diré que se le pudo parecer) que trastocó todo, que se llevó todo, que hizo que tu mente dejara de imaginar y se pusiera a vivir…

 Quiero otro beso dulce, otro beso de chocolate… a ser posible de alguien que me demuestre que el amor puede existir de verdad, que me devuelva ese sentimiento que te llena y que hace que sientas que puedes volar…

Aunque claro, igual mi imaginación ha vuelto y me hace pensar en mariposas que no existen, que no existieron y que jamás existirán.

Si alguien encuentra la fe que algún día perdí, dile que comente en este muro incomentable, que  la meta en una botella y que la lance al mar y de alguna forma llegará otra vez a mi .

Quizás el problema es que… sencillamente ya no confío ni en mi misma.