Convulsiones

Lo único que calmaba las convulsiones que recorrían todo mi cuerpo era el calor del agua de aquella ducha, intentaba aclarar mis ideas, ser capaz de pensar tranquilamente en todo lo que había pasado ese día.
El rímel dejaba su huella por mi cara debido a las gotas de agua que se deslizaban por todo mi cuerpo desde la cabeza hasta llegar hasta los pies.
Cuando me mire al espejo no me reconocía, toda la cara negra, mis ojos denotaban las lágrimas ya derramadas, mi cuerpo lleno de morados me trajo al recuerdo tu imagen desquiciada, tu cara muerta de preocupación… pero aquí estoy yo y tú… tú… simplemente no volverás…
Me quité las manchas con un algodón mojado en desmaquillante y mientras volvía a la normalidad las convulsiones volvían a aparecer. Tú te habías ido, solo por quererme, por preocuparte más de mi que de ti… que locuras cometemos por amor, algunas nos hacen mucho daño, más que el que pensamos.
Aquella tarde tirada en la esquina del cuarto de baño, mirando nuestras fotos, sin sentir nada, ni siquiera dolor, simple vacio sin final…
Nuestra historia de un solo te quiero sabiendo ambos lo que realmente significaba, un beso, nuestro beso y luego ese golpe que nos sorprendió, me magullo y te mató...
Cruel destino, cuánto tiempo yo llevaba soñando con esto, si hubiera sabido el cruel final de esta historia hubiese preferido vivir la pesadilla en la que estaba antes que perderte para siempre.

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