Perdida en el bosque

Vamos a "inventarnos" un cuento...

Esto es una abuelita que se llama Emilia que, como todos los viernes va a tomar el café con sus amigas.
Al llegar les dice:
-¡Está semana tengo mucho que contaros! No os podéis imaginar las aventuras en las que me ha metido mi nieta Caperucita.

Las amigas de la abuela que ya estaban ansiosas por escuchar la historia, la animaron a empezar.

"-Como sabéis chicas, he estado enferma en la cama. Mi nuera... insistió en mandarme algo de comer pero como mi hijo no estaba en casa lo trajo mi nietecita. Yo le insistí en que Caperu era muy pequeña para venir por el bosque sola... pero... según mi nuera no teníamos otra opción. Así que Caperucita venía con mi comida.
Al poco tiempo, alguien picó a mi puerta. Pensé que era Caperu y, como estaba débil para levantarme y abrir la puerta, la animé a que la abriera. Pero lo que vieron mis ojos no era Caperucita..." La abuela hizo una pausa.
Sus amigas inquietas empezadon a preguntar que quién era.
"-Era el lobo que, sin dejarme decir ni una palabra, me comió sin masticar. Menos mal, porque así seguía vivita dentro de su barriga. Pero me empecé a poner muy nerviosa porque el lobo se estaba poniendo mi ropa y planeaba comerse a mi nieta... ¿Qué podía hacer? Antes de poder pensar en la propia pregunta alguién llamó a la puerta. Con dificultad pude oir a Caperucita diciendole al lobo que tenía unas orejas muy grandes... y el contestandole que eran para oirla mejor... algunas frases que casi no entendí se siguieron pero al poco tiempo mi nietecita estuvo haciendome compañia en la barriga.
Nos empezamos a mover mucho... el lobo estaba saliendo de la casa... Nosotras estabamos desesperadas, pensabamos que era nuestro fin. Pero el lobo se detuvo y se sentó un rato. Al poco tiempo Caperucita y yo empezamos a escuchar como el lobo roncaba.
Nosotras empezabamos a quedarnos dormidas también cuando vimos una pequeña luz a través de la barriga del lobo. Vimos un rostro conocido... ¡El cazador!... había abierto la barriga del lobo para sacarnos... y estabamos vivas.-"
La abuela se detuvo para beber un poco de agua.
"¿Y qué pasó con el lobo?" preguntaban las demás
"Pues creo que el cazador le metió piedras en la barriga... y cuando se despertó el pobre tenía tanta sed... que se fue al rio y no se supo más de él...
No lo echaremos de menos Caperucita y yo"- dijo la abuela

Y la abuelita y sus amigas siguieron pasando la tarde hablando de sus cosas... aunque nunca olvidarían la tarde en la que Emilia les había contado su historia con el lobo.

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