Magia

Hoy soñé un sueño
en el que tú eras el protagonista
de mi corazón el dueño
y de mi vida el maquinista.



Fue la nota que le dejé ese día en la mesita pensando en esa noche... nuestro aniversario. Eran muchos años juntos ya... pero aún así ambos lograbamos sorprendernos, quizás esa era la gracia y la magia que aún llameaba entre nosotros dos.
Imaginarme la vida sin él era como imaginarme sin vivir... enterrada entre la oscuridad... pero cada vez que mi imaginación me quería dar esa puñalada y hacerme observar esa pesadilla cerraba los ojos fuertemente hasta volverlos a abrir y sentirme segura en mi vida de cuento.
Sabía que alguna vez... encontraría una muesca en el perfecto mueble pero yo no la buscaba, solo vivía el día disfrutando de él... disfrutando de mi... disfrutando de nosotros.
Me fui para el trabajo disfrutando como todas las mañanas de aquellos diablillos que a días me sacaban de mis casillas o me lograban sacar las mayores de las sonrisas con sus ocurrencias.
Cuando volví a casa descubrí su nota de respuesta a la mia:

Un maquinista no es feliz sin un tren que llevar... un corazón no es feliz sin ser poseedor de otro, tus sueños no son tuyos... son de ambos... ambos dueños de los finales risueños.

Cuando le di la vuelta al papel descubrí una pD: " Sabes que no soy tan bueno con las rimas... pero... busca en tu guitarra la dulce partitura de mi alma"


Nos conocimos hace años en medio de una tienda, nos vimos y nuestras miradas quedaron conectadas. Yo por aquella época era tímida para las cosas que quería y aunque me presenté rápidamente no podía mirarle mucho tiempo a los ojos porque me sonrojaba... a la media hora estabamos sentados en una cafetería charlando de nuestras cosas y ya éramos inseparables... las cosas fueron muy rápido... después de una semana parecía que nos conocíamos de siempre, al año de ser tan solo amigos parecíamos los mejores hasta que... sin saberlo llegamos hasta un anillo en mi mano... a compartir nuestra vida... como algo más...
Algo que no estaba escrito en ninguna parte, una historia sin demasiada belleza pero con un desarrollo feliz y tú y yo por siempre pasase lo que pasase seríamos nosotros... una luz con su sombra, el día con la noche... dependíamos el uno del otro... teniendo cada uno su espacio.

Estuve toda la tarde volviéndome loca intentando hacerte una cena especial, acomodar la casa lo mejor posible a la oscuridad donde sólo dos velas alumbrarían, intentando hacer que todos estos años viniesen a contemplar la cena de hoy.

Me puse nerviosa cuando vi que no llegabas a tiempo, quizás paranoica como a veces me pongo pensando que te habría pasado algo, sin llamarte por si ibas al volante, con el móvil en la mano por si llamabas... y el móvil sonó:
-"¡Hola señorita!"-Dijiste en tono burlón-"¡¿¿Puede usted subir al trastero?!!"
Y hacia allí me encaminé pero la puerta estaba cerrada. Piqué y tú estabas dentro, de eso estaba segura. Olía a ti, se oía una respiración había luz... en ese momento una nota salió por la rendija entre el suelo y la puerta:

Tienes todas las notas
que necesitas para tocar mi alma
no busques, pistas no tendras otras
simplemente a la imaginación ponle alas.

¿Qué significaba aquello? ¿Alas? ¿Notas? ¿Alma?
Volví hacia el piso desconcertada cuando vi encima del sofá las notas de esa mañana... y comprendí lo que había querido decir con "...busca en tu guitarra la dulce partitura de mi alma". Cuando abrí la funda de mi guitarra pude ver que no estaba ... toda la funda estaba llena de caramelos, piruletas, chicles, golosinas... una gran piñata... y... aunque me llevó un rato encontrarlas había dos cajas... con un número cada una el 1 y el 2... siendo cabezona y atravesada... decidí abrir la segunda y vi una llave, sin duda la del trastero... la caja número uno se resistía y opté por que tú... me ayudaras en mi torpeza.

Subí las escaleras... introduje la llave en la cerradura y logré abrir la puerta, encontrando una escena que jamás se borrará de mi cabeza...
mi trastero convertido en Venecia, París, Londes, Nueva York... Todas las paredes pintadas de cada una de estas ciudades y... una mesa en medio...
Te acercaste y me susurraste al oido "Luna de miel... en cuatro ciudades emblemáticas..."
La cena nos la saltamos pues el deseo, la magia... volvió a reinar entre nosotros dos.

Y os preguntareis que fue de la caja número 1... esa caja... era magia ;)


No hay comentarios:

Publicar un comentario