Pasar página

Pasar página... parece fácil. Coges el dedo índice y el pulgar y haces una pinza dejando en medio el papel... lo giras hasta la izquierda... y nueva página del libro.
Pero resulta más complicado cuando trasladamos la expresión al resto de acciones. ¿Qué se acabó lo vuestro? ¡Pasa página mujer/hombre!...
El problema material puede ser que no encuentras la página concreta para pasar pues cada vez que lo intentas la página se autocompleta: y los momentos, y como era el/ella..
Incluso te das cuenta de que no ha habido momentos, que esos te los has inventado tú, que los has visto con los ojos que querían ver porque aunque no hay mayor ciego que el que no quiere ver... no hay mayor loco que el que quiere ver... más allá.
Hay a personas que no les cuesta decir adiós... simplemente lo hacen y no miran atrás... yo soy incapaz, o al menos lo era porque no sé cuando dar por terminada una página, no sé escribir un punto final y me duele como una puñalada en la espalda cuando otros lo escriben por mi.
Pasar página... simples palabras... díficil acción.
Sobre todo cuando crees que ya lo has hecho, se levanta el viento... y vuelve atrás las páginas del libro y tienes que encontrar en la que estabas.
Como siempre, el marcapáginas en el suelo.

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